¿Vale la pena emprender ?

¿Por qué emprender? ¿ Emprendedor se nace o se hace ?

Antes de hablar de ¿Por qué emprender?, deberíamos saber que significa emprender. Emprender significa comenzar a desarrollar algo nuevo que requerirá mucho trabajo y esfuerzo.

Y cuando hablamos de mucho trabajo y esfuerzo no hablamos solamente de levantarse temprano e irse el último. Para que un proyecto sea exitoso requerirá de mucho sacrificio personal, hacer el mejor trabajo que esté a tu alcance en cada oportunidad, cada tarea y cada cliente. Cuando se comienza un proyecto, de cualquier tipo, en cualquier ámbito, requiere del 300% de nuestro compromiso, compromiso con nuestros clientes, compromiso para con nuestros proveedores, para con quien trabaja a tu lado, con tu equipo, pero también el compromiso con tu entorno, quien te apoyará mañana cuando las cosas se ponen serias, y creeme, a menudo, las cosas suelen ponerse serias, pero ahí, es donde más debe florecer tu compromiso, compromiso de no rendirse, de encontrar la manera para que el proyecto llegue a buen puerto, tomar las decisiones correctas, y si son las equivocadas, aceptarlo instantáneamente, para poder cuanto antes solucionarlo.

¿Por qué digo todo esto? cada proyecto tiene sus altos y bajos, esto debemos tenerlo muy presente durante cualquier proceso, está en nuestro compromiso en encontrar el modo de que el proyecto prospere.


Entonces, ¿por qué emprender? ¿como se que emprender es para mi?

Si estás dispuesto, dispuesta, a tomar ese compromiso, a dar el 300% de ti. Entonces la pregunta es ¿Por qué no emprender?

Emprender no es fácil, se suele decir que desarrollar tu propio proyecto no es estable como ser empleado o empleada. Personalmente me lo han cuestionado cientos de veces, a mi gusta responder a quienes dicen esto con las siguientes preguntas, ¿cuántas veces has cambiado tú de trabajo?¿cuántas veces has visto tu puesto en riesgo?. Nadie es irremplazable y en cualquier momento te puedes ver sin trabajo por culpa de una crisis sanitaria o económica, recorte de personal, mala temporada de ventas o simplemente porque no le caes bien al nuevo encargado.

Si bien puede que tengas cierta tranquilidad yendo a una oficina o puesto de trabajo, para hacer la misma tarea durante 20,30,40 años de tu vida. Pero también tiene su estrés, a menudo un sueldo fijo que se mueve muy poco desde que comienzas hasta que terminas tu carrera profesional, pero en cambio los impuestos y la inflación se mueven el doble de rápido, eso todos lo sabemos, sin mencionar los gastos por un nuevo miembro en la familia, una nueva meta personal muchas otras tantas situaciones.

Para emprender hay que ser valiente, tiene su riesgo , como todo, pero también puedes ser dueño de tu tiempo, tus decisiones, vivir experiencias que seguro no tendrás si tienes la misma rutina cada día de tu vida. Emprender es emocionante, siempre está la adrenalina de no fallar, de no caer, seguido por preguntarte si lo estas haciendo bien a cada paso pero también está la satisfacción de que a fin de año hayas sacado tu propio proyecto o negocio adelante, que siga vivo un año más. La satisfacción de dar trabajo a más personas, generar una entrada económica a más familias, ayudar a tus clientes y su gratitud con tus servicios de calidad, esa satisfacción, de llegar a casa y sentirse realizado, de tener el control de tu futuro, contar a tu pareja, hijos, hijas, amigas, amigos de cómo con tu proyecto ayudas a la gente y mejoras un poquito el mundo cada día. Sentirse cansado al final del día pero, con sed de querer aportar más a tus clientes y enseñar algo nuevo a tu equipo el día siguiente. Estas y muchas otras sensaciones, no se comparan con nada en el ambiente profesional.

Recuerdo una de las veces que me preguntaba a mí mismo lleno de miedo al fracaso, si hacía lo correcto comenzando a emprender. Recuerdo que se lo comentaba a mi tío Pablo, de Estados Unidos, ingeniero de Base de Datos y una de las causas de por qué me hice desarrollador también. El me respondió con total sabiduría personal algo que hoy me gustaría compartirte. Recuerdo hablar de lo difícil que aquella etapa estaba siendo para mi como emprendedor, a lo que él me respondió en palabras textuales "Intentalo, si te equivocas no decaigas, aprende, al menos así sabrás que encontraste un camino que no te lleva a tu objetivo". Cuando colgamos el teléfono fuí corriendo a apuntarlo y aún tengo la nota en la cartelera de mi escritorio. Esta frase me quedó marcada desde entonces.


Ahora bien, ¿cómo sé si tengo madera para emprender? ¿El emprendedor nace o se hace?

Hace poco un emprendedor amigo mío, sacó este tema a la mesa de conversación. Me dejó pensando y me acuerdo que después de dar nuestros puntos de vista, llegamos a la conclusión de que “emprendedor se nace”. Pero para mí no podíamos estar más equivocados y te voy a comentar por que.

A los días la misma pregunta volvió a mi cabeza, así que comencé a reunir experiencias, a preguntar, a investigar opiniones de otros emprendedores allegados a mi, preguntando por cuándo supieron por primera vez que querían desarrollar su propio proyecto por pequeño que sea. Para mi sorpresa, algunos me respondieron que desde niño tenían la iniciativa de crear proyectos como vender o hacer lo que los adultos llamamos transacciones, desde vender juguetes que no necesitaban en la puerta del garage para comprar o “invertir” en algo nuevo, intercambiar cartas de fantasía para mejorar la calidad de su mazo, como hasta uno de ellos me comentaba que sin saber exactamente cómo funcionaba aquello, siendo un niño de 9 años ya pensaba en invertir en compañías aéreas comprando acciones cuando sea grande. Pero luego caí en la cuenta que muchos otros no supieron que querían hacer algo más hasta que terminaron su carrera y trabajaron algunos años en alguna empresa e incluso algunos de ellos, ni siquiera pudieron ejercer sus estudios luego de terminar la Uni y terminaron trabajando en algo más hasta que se dieron cuenta que tenían las herramientas y la pasión por lo que habían estudiado, por lo que decidieron al menos intentar conseguir sus propios clientes. Así que hoy me gustaría compartir mi conclusión: Un emprendedor se hace cuando nace una necesidad.

¿Cuántas veces has tenido una idea de millón de euros y no la has ejecutado por diferentes circunstancias?.

Estas ideas nacen por lo general en tu cabeza para solucionar una necesidad personal y puesto a que tu eres parte de una sociedad, existe un gran porcentaje de probabilidades de que ese mismo problema que tú tienes lo tenga alguien más. Entonces ya tienes la necesidad, solo necesitas pasar a la acción y es ahí, cuando pasas a la acción que se forma un emprendedor, así de fácil. Cuando le das la solución a ese problema en concreto, trabajas en ella y te comprometes a hacer llegar esa solución a la sociedad, estás emprendiendo.


Ya lo sabes, no importa si naciste con el gusanito de desarrollar un proyecto por tus medios o si el gusanito te picó después como a Miguel. Si tienes ganas, compromiso y coraje, ve a por ello. Prueba, intenta, arriesga, avanza, muévete, con cautela, pero muévete!.

Hablamos de todo esto con Miguel Moral, Ingeniero, Psicólogo empresarial, emprendedor de múltiples empresas de éxito y hoy, nuestro invitado estrella.


Escucha la entrevista en el siguiente link:

Podcast HDMweb.es episodio 1 Entrevista



Encuentra este episodio y suscribete a nuestro Podcast:

Escuchar en Spotify

Escuchar en Itunes